sábado, 28 de noviembre de 2015

La nueva unidad del pueblo que construimos votará en contra de la reelección

Para nosotros el proceso de cambios en Bolivia nunca alcanzó la estatura de una revolución democrática y cultural. Sostuvimos y sostenemos que aquí hubo y hay reformas, avanzadas al comienzo y, ahora, cada vez más burguesas y que, por tanto, pierden su filo popular.
Incluso los gobernantes, el Presidente en particular, habla cada vez menos de su presunta revolución democrática y cultural, así como el Vicepresidente parlotea sólo de cuando en cuando del socialismo comunitario.
Algunos que apoyan, desde la izquierda, al denominado proceso de cambios admiten en voz baja que en nuestro país hay reformas, pero que eso es lo que se puede hacer. También existen los que aseguran que a lo que apoyan y a lo que se debe apoyar es al proceso de cambios, el que pertenece a todo el pueblo boliviano y por el que hemos luchado décadas, añaden.
Para otros, también de izquierda, los que salieron del gobierno creían en dos planteamientos que ellos se encargaban de difundir: que el Presidente debía “reconducir” el proceso de cambios y que a pesar de las contramarchas el proceso de cambios era revolucionario. Unos y otros —entre los que están los librepensantes o los librepensadores—rompieron con ese su pasado común con los gobernantes y en este período comparten cada vez más las aspiraciones y las luchas de explotados y oprimidos, con el pueblo: por cierto que no hablamos de las excepciones, entre aquéllos, que están en otra cosa.
A propósito del concepto pueblo nosotros compartimos el parecer de Fidel Castro sobre el pueblo inserto en su alegado político y jurídico: La historia de absolverá.[1]
Entre los gobernantes bolivianos hay los que apoyan la tendencia llamada pachamámica, la que encabeza el actual Canciller de Bolivia que, para decepción de los que esperaban más de él, es uno de los que alienta la unidad de los inquilinos del Palacio Quemado con gente de la izquierda y de la derecha. Otros apoyan al Vicepresidente, al que lo consideran “académico”, en los cuatro costados del planeta, pero que hace al menos cinco años dijo que el proceso de cambios en nuestro país llegó hasta el lugar entonces posible, ante la reprobación de sus colegas sociólogos reunidos en un congreso suyo en Cochabamba.
Sobre la alianza de los masistas con la izquierda y la derecha, el primer sustituto de JEMA en la jefatura en el MAS, en una reunión de la izquierda latinoamericana, al día siguiente de la posesión del actual Presidente durante su primer mandato, abiertamente, avisó que su partido (el MAS) se unía con la izquierda y con la derecha para servir al pueblo.
Por eso nosotros nos permitimos hacer una precisión, incluso respecto de los que aseguran que es anacrónico, ahora, hablar de la izquierda y de la derecha. Nosotros sostenemos que las corrientes y partidos políticos se diferencian entre sí porque unos sirven al pueblo y son de éste, frente a los otros que no sirven consecuentemente al pueblo, aunque digan que lo hacen. Otra brecha que separa a esos bloques es que unos son antiimperialistas durante la mayor parte de su vida (y en los hechos) y otros son antiimperialistas inconclusos, con frecuencia, sólo lo son en las palabras. Una tercera distancia entre esos dos grandes grupos está en que unos, como el actual Presidente, aseguran que el capitalismo es un cáncer, pero siguen aliados a él y con su política en primer lugar favorecen a esos grupos económicos (un ejemplo es el acuerdo gobernantes-empresarios de la CAO, con el que se benefician principalmente los patrones agroindustriales, sobre todo los cruceños). Una cuarta surptura es la que se configura así: los gobernantes tratan de hacernos creer que defienden los derechos de la madre tierra, pero toleran el saqueo de ésta e incluso ellos la promueven; en cambio, los otros están en la trinchera de la defensa efectiva, por ejemplo, de las reservas naturales (y los territorios) para indígenas y para todos los bolivianos, y se trata de la defensa es de las áreas protegidas, las que no son un invento yanqui, como equivocadamente dijo el ministro Choquehuanca en la reunión sobre la tierra que se realizó en Tiquipaya (Cochabamba) el último 12 de octubre. Tan equivocado le pareció ese dicho del Ministro de Relaciones Exteriores boliviano que el premio Nobel de la Paz, Pérez Esquivel, le salió al frente para rectificarlo.
Desde este espacio editorial y desde otros lugares, hace dos años, planteamos construir la nueva unidad del pueblo boliviano, que sea de veras y en la realidad, democrática, popular, plurinacional, antiimperialista y revolucionaria.
Esta propuesta, que es de tantos otros bolivianos que la formularon y la convierten en realidad visible, unidad que todavía tiene lugar en círculos menores, pero cada vez más consecuentes y en desarrollo.
Ante el referéndum para aprobar o no la reforma constitucional que los oficialistas pretenden que le abra el paso a la reelección de JEMA por cuarta vez, es decir, que prolongue su mandato presidencial hasta 2025 —nosotros suponemos que sería al menos hasta el 2030[2]— la nueva unidad del pueblo que sugerimos y que ayudamos a construir, desde estas páginas y en la práctica, debemos propagandizar la necesidad de que votemos NO el 21 de febrero de 2016.
Algunos compañeros que consideran que el actual Presidente ya no debe ser reelecto, sin embargo, dicen que nada harán para que la gente del pueblo vote NO aquella fecha. Respetamos esa postura, pero nos parece inconsecuente porque cede ante ligera sindicación de los oficialistas que dicen que los que votemos NO en aquella ocasión haremos lo mismo que la derecha.
Nosotros respondemos que nuestra acción respecto del referéndum de febrero de 2016 ocurrirá como dice aquella hermosa cueca referida a la Revolución democrática burguesa de 1952 en nuestro país: “Desde su sendero/ pelea el guerrero,/ desde mi sendero/ peleo yo”.
Si estamos con el pueblo no tenemos que buscar ni siquiera una convergencia con la derecha para votar NO el 21 de febrero de 2016. Sin embargo, nuestra decisión electoral y la campaña que realicemos no tiene que ser clandestina sino abierta, y con el fervor que no tienen los oficialistas.
Y a propósito de la derecha, es necesario decir que la millonaria, tipo empresarios de la CAO o los banqueros —esos que dicen que con Evo Morales hacen más plata que nunca— tienen una alianza con el gobernante boliviano, la que quizá no sea hasta la muerte, pero funciona, de manera que esa derecha, aunque no lo diga abiertamente, votará SÍ por su aliado el 21 de febrero del próximo año.
Hasta este momento esa derecha —que existe en todo el país, como Sánchez, ex Presidente de los empresarios privados que hace tiempo propuso un pacto con los indígenas— no ha dicho que realizará propaganda y/o campaña por el SI, pero ese comportamiento no debe desorientarnos porque no menos que ocurrirá con esas fracciones empresariales y derechistas es que permanezcan neutrales.
El bloque 1. El oficialismo, actualmente, está integrado por los llamados movimientos sociales (COB, FSTMB, CSUTCB, “Bartolinas”, colonizadores), el masismo, los gobernantes y empresarios (derecha económica y política) que buscarán la reelección de JEMA.
Bloque 2. La nueva unidad del pueblo que se constituye, a pesar de todas las dificultades, es y será el instrumento para la verdadera revolución en Bolivia.
Bloque 3. Las otras fracciones empresariales y derechistas que no están en el gobierno ni tienen acuerdo con los gobernantes. Si esas fracciones de empresarios y derechistas tuvieran más claro el lugar de sus intereses ya hubieran establecido un pacto con los gobernantes…
Los sectores más avanzados del pueblo, de los que nos consideramos parte, reconstituyen una nueva unidad para la revolución democrática, popular, plurinacional, antiimperialista y revolucionaria pendiente. Para ampliar y seguir, por ese camino propio del pueblo, éste de manera creciente votará NO el 21 de febrero.

[1] Para el líder de la Revolución cubana pueblo es: “Nosotros llamamos pueblo —dijo Fiel en su alegado político y jurídico— si de lucha se trata, a los seiscientos mil cubanos que están sin trabajo deseando ganarse el pan honradamente sin tener que emigrar de su patria en busca de sustento; a los quinientos mil obreros del campo que habitan en los bohíos miserables, que trabajan cuatro meses al año y pasan hambre el resto compartiendo con sus hijos la miseria, que no tienen una pulgada de tierra para sembrar y cuya existencia debiera mover más a compasión si no hubiera tantos corazones de piedra; a los cuatrocientos mil obreros industriales y braceros cuyos retiros, todos, están desfalcados, cuyas conquistas les están arrebatando, cuyas viviendas son las infernales habitaciones de las cuarterías, cuyos salarios pasan de las manos del patrón a las del garrotero, cuyo futuro es la rebaja y el despido, cuya vida es el trabajo perenne y cuyo descanso es la tumba; a los cien mil agricultores pequeños, que viven y mueren trabajando una tierra que no es suya, contemplándola siempre tristemente como Moisés a la tierra prometida, para morirse sin llegar a poseerla, que tienen que pagar por sus parcelas como siervos feudales una parte de sus productos, que no pueden amarla, ni mejorarla, ni embellecerla, planta un cedro o un naranjo porque ignoran el día que vendrá un alguacil con la guardia rural a decirles que tienen que irse; a los treinta mil maestros y profesores tan abnegados, sacrificados y necesarios al destino mejor de las futuras generaciones y que tan mal se les trata y se les paga; a los veinte mil pequeños comerciantes abrumados de deudas, arruinados por la crisis y rematados por una plaga de funcionarios filibusteros y venales; a los diez mil profesionales jóvenes: médicos, ingenieros, abogados, veterinarios, pedagogos, dentistas, farmacéuticos, periodistas, pintores, escultores, etcétera, que salen de las aulas con sus títulos deseosos de lucha y llenos de esperanza para encontrarse en un callejón sin salida, cerradas todas las puertas, sordas al clamor y a la súplica. ¡Ése es el pueblo, cuyos caminos de angustias están empedrados de engaños y falsas promesas, no le íbamos a decir: «Te vamos a dar», sino: «¡Aquí tienes, lucha ahora con toda tus fuerzas para que sean tuyas la libertad y la felicidad!»

viernes, 27 de noviembre de 2015

PRONUNCIAMIENTO DE LA VIII CONFERENCIA NACIONAL EXTRAORDINARIA DE UNIVERSIDADES, Y SU POSICION FRENTE A AL PROYECTO DE LEY DE PROMOCION PARA LA INVERSION EN EXPLORACION Y EXPLOTACION HIDROCARBURÍFERA


LA DERROTA DEL POPULISMO EN ARGENTINA

Nosotros ya habíamos previsto la posibilidad de la caída del populismo peronista, casi quince años después del milagro económico de Néstor Kirchner que logró salvar a la Argentina en poco menos de un año cuando las presiones de los organismos internacionales, estaban dirigidas a la solución por la vía de la reducción del área social de la economía. Las causas, son múltiples: una interna y otra externa. La causa interna de la crisis argentina, es el pecado de Cristina Kirchner, de haber pretendido frenar la crisis global emergente de la burbuja inmobiliaria que puso en grave peligro la economía del Estado capitalista más grande del mundo: los Estados Unidos, con recursos populistas. Cristina Kirchner pretendió profundizar los beneficios sociales que habían sido proyectados y ejecutados por Néstor Kirchner en su período de gobierno, a contrapelo de las recomendaciones de los organismos internacionales que buscaban elevar la presión sobre la económica argentina, por medio de los mecanismos monetaristas de reducción de los gastos sociales del Estado y dentro de ellos, la reducción de los costos de producción por la vía de los despidos masivos, la ampliación del ritmo de trabajo y la reducción de los gastos en salud, educación y trabajo. 
El neopopulismo argentino, pensó, en lo más puro del pensamiento peronista, que el peso de la crisis había que repartirlo entre todos los sectores sociales y entre ellos, los propios inversionistas. Con este propósito, es decir, la protección de los sectores sociales del pueblo argentino, rechazó las recomendaciones de los economistas neoliberales y post neoliberales que propusieron bajar los gastos y reducir la presión distributivas, bajando el circulante, porque pensaba que mantener la política kirchnerista iría a producir más endeudamiento y pobreza en un porcentajes superiores a los supuestos beneficios del modelo y la reducción del nivel de la inflación. (Wikipedia). Obviamente que parte de los mecanismos para mantener el costo de vida ens un nivel que pudiera garantizar la paz social, parte de ese costo, fue descargado sobre las espaldas de la burguesía que frente a este “atentado”, reaccionó por medio de los mass media, entre los cuales, el periódico “Clarín” que se convirtió en el portavoz de la derecha reaccionaria, así como varios canales de televisión y radio. Aumentó el nivel de descontrol, los escándalos de corrupción que salpicó a varios miembros del gobierno y de su círculo familiar; pero esto no es todo, la causa externa, la vemos en el análisis de Martha Hárneker, en su libro “El socialismo del siglo XXI”, dice que en las tácticas elaboradas por los laboratorios de la CIA, está llamada “dominación de espectro completo” que comprende no solamente el financiamiento de los golpes de Estado de la manera tradicional, sino una táctica de ocupación integral que abarca el ámbito social, político, gubernamental, económico, administrativo del Estado, la territoriedad de la presencia ideológica yanqui y sobre todo, lo cultural. 
Los mecanismos de inteligencia, han abarcado todo un espectro completo, bajo la mirada satisfecha de la derecha cavernícola y frustrada y del sistema bancario que es el nuevo Poder de la burguesía mundial y que ha hegemonizado lo que antes era detentado por grandes familias patriarcales como los Ford, Vanderbild, Rockefeller y otros y que como consecuencia de la mundialización de la economía, ha puesto a su servicio, es decir de la banca mundializada, incluso a las propias fuerzas armadas del Imperio. En América, también se replica en menor cuantía, esa nueva correlación de fuerzas. El Imperio, por medio de su sistema de dominación y penetración ha alentado las olas de cacerolazos, las masivas manifestaciones “populares”, la desestabilización ideológica y el estado de malestar alentado por sectores atrasados de la propia clase trabajadora. Macri es el producto de laboratorio que representa el retorno de la reacción más retrógrada que estuvo por siempre, vinculada con el fascismo golpista que tanto dolor ha causado en los argentinos. A pocos minutos que Scioli reconoció su derrota, el inefable producto de laboratorio, lanzó una aguerrida arenga pidiendo la salida de Venezuela del MERCOSUR, debido a su agresión contra la democracia, la liberación de Leopoldo López, etc. Macri, ha mostrado que debajo de la piel de cordero, es, no más, el lobo de la derecha. Sus socios en el proyecto continental de desestabilización, le van a cobrar sus aportes y la clase media argentina lo va a lamentar. Ahora el blanco es MERCOSUR, después será UNASUR, etc.,y la reconstrucción del bloque mercantilista que por intermedio de las asociaciones de libre comercio, que busca asegurar en beneficio del Imperialismo, los mecanismos de control de los mercados de provisión de materias primas para contrabalancear la precaria situación de hegemonía en que la ha puesto la China, alcanzarán su ´pleno desarrollo. 
Como decía Marx, la política, no es más que la economía concentrada. Macri reorganizará la economía argentina para devolver a la empresa privada, su poder económico, su Poder político y su rol dominante. El peso de los reajustes previsibles, los va a pagar el pueblo argentino. Como en los primeros años del neoliberalismo chileno impuesto por al sanguinario Pinochet, habrá efusión de recursos y grandes oportunidades para que las grandes empresas se coman a las chicas y se pondrá a la calle a cientos de trabajadores, técnicos e intelectuales. Los hechos no pueden producirse de otra manera. Grecia nos ha mostrado que, a pesar de Tsypras, la derecha tuvo razón y los griegos, sobre todo los más pobres, van a tener que seguir apretando sus cinturones. La derecha, con Macri o sin Macri, está condenada a reproducir más miseria. Nosotros insistimos que un mañana mejor es posible, si aceptamos el reto de proponer al país, a nuestro un nuevo modelo de Estado, Nacional, Popular, Democrático y Antiimperialista. Si logramos dar un paso en esa dirección, la caída de los populismos de todos los pelajes, no nos tiene que tener en cuidado.
Juan García Barañado.
La Paz, 24 de noviembre.

sábado, 21 de noviembre de 2015

PORQUÉ NO DEBE GANAR MACRI



El día domingo, el pueblo argentino va a resolver, por la vía de la democracia formal, cuál será la naturaleza del próximo gobierno, puesto que la primera vuelta, ha puesto en dos planos antagónicos, por un lado al populismo heredero del peronismo y por otro, a la derecha en su versión más reaccionaria.
No será una segunda vuelta fácil, porque el peronismo en su fase kirchnerista, sobre todo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, ha estado salpicado por graves hechos de corrupción, que, desgraciadamente, ha afectado también a todos los gobiernos populistas de la región. Sabemos que el peronismo, tal como lo planteo Perón en la década de los 40, se agotó en los primeros años de su gobierno, en su intento de desplazar del Poder a las oligarquías terratenientes y de transferirlo a la naciente clase media. En sus orígenes, como la mayor parte de los populismos latinoamericanos, estuvo influenciado por el nacional socialismo y posteriormente, en el segundo período de Perón, adquirió matices socialdemocráticos, de acuerdo con la época. La modernidad modificó la tendencia general del peronismo pero conservó su tendencia socialdemócrata, aunque con las graves desviaciones que también afectarán el “zquierdismo” de Bachelett en Chile, de “Lula” en Brasil, y del propio Pepe Mujica.
Debido a su consistencia política y su naturaleza populista, como consecuencia de la grave crisis económica del Imperialismo que afectó también a Europa, América Latina no pudo escapar a sus efectos y debió terminar por transar con los organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el FMI, desplazando el peso de la crisis sobre los rubros sociales de su gobierno. Ahora, la segunda vuelta, ha movido por parte de la derecha argentina, todos los recursos en su intento de desprestigiar al kirschnerismo y de alguna manera lo ha conseguido sobre todo en la clase media y los sectores menos conscientes de la clase trabajadora y del lumpen proletariado conocido como los “piqueteros”, es decir gente sin techo y sin trabajo.
Qué pasará con la Argentina si gana Macri?: lo que es previsible. Como cualquier gobierno de derechas en cualquier lugar de la tierra, incluso en los Estados Unidos, reestructurará al Estado y liquidará el populismo, a fin que la clase dominante argentina que sufrió restricciones sino pérdidas inmensas en el kirchnerismo, para que a corto plazo, desarrolle su proyecto post-neoliberal para que se recapitalice, fortalezca los mecanismos económicos de reajuste volcando el peso de la crisis inevitable, sobre las espaldas de los pobres: es decir los trabajadores, sean estos manuales o intelectuales. Macri no tiene otra salida. El Imperialismo que sostuvo por largo tiempo las acciones desestabilizadoras de la derecha, entre las cuales el diario “Clarin”, que fue el portavoz de la derecha más reaccionaria, para que se le restituyan sus privilegios de clase, impondrá los reajustes estructurales de la economía sobre la base del recorte del área social: es decir, salud, trabajo y educación. El instrumento para esto, será la flexibilización de la legislación laboral, de tal manera que se permita, sin ambages, despedir a miles de trabajadores ampliar sus márgenes de ganancia de la empresa privada. Ningún gobierno por muy democrático que sea, querrá compartir los efectos del reajuste de la crisis. Los despidos masivos, la reducción de salarios y el alza de precios de los artículos de primera necesidad, son los remedios sanchopancistas de la reacción derechista y a Macri no le templará la mano a tiempo de ejecutar las instrucciones del Imperialismo. Es la última trama de los reajustes en la versión “izquierdista”: por la derecha, son los síntomas de la corrupción del kirchnerismo, el alza del dólar paralelo, el contrabando, los negociados desde el gobierno, etc., son los errores montados sobre los cuales puede volver la derecha mas reaccionaria.
El populismo no es un camino sin fin y en algún momento, deberá radicalizarse hacia la izquierda o de lo contrario está condenado a derechizarse. Por eso, en esta etapa de decisiones, había que buscar objetivos comunes; pero la izquierda progresista, no tuvo la capacidad de plantear una alternativa y por ello mismo, puede ser corresponsable de la debacle. Por su parte, si Scioli fuera eventualmente elegido, no tiene otra alternativa que acometer un proyecto nacional, popular, democrático y antimperialista destinado a reactivar la economía sobre la base del potenciamiento de su industria y la agropecuaria y paralelamente, el fortalecimiento de organismos regionales destinados a crear un mercado regional ágil, complementario y equitativo.
Confiamos en que los argentinos sepan elegir con sabiduría.
La Paz, 20 de noviembre de 2015.

jueves, 19 de noviembre de 2015

LO QUE DICEN LOS CUMPAS EN COCHABAMBA





Camaradas, en vista que el referéndum de febrero solo tiene visión de mantener en el poder a los q hoy claramente son lacayos del sistema capitalista bajo la postura de la re-re-re elección del gobierno populista Masista con tendencias más fuertes de, de-de-de derechizarse y que la agenda de octubre no fue llevada acabo y que hoy más que nunca los comunistas tenemos que mostrarnos como alternativa para la verdadera construcción del socialismo científico y cumplir con los objetivos y anhelos del pueblo, creo firmemente que el NO a la re elección debe ser una postura a tomar, pero también proponer un proyecto claro y verdadero.

De los conflictos de la UAJMS (Tarija)



Hernán E. Calapiña Alfaro (Estudiante de Base, Carrera de Derecho)


Actual conflicto que ya lleva más de un mes con el campus tomado y mostrando al desnudo la corrupción, los sobornos, el abuso de poder por parte de la fiscalía Tarijeña y el uso desmedido de la fuerza policial en contra de los estudiantes que realizaban la toma y luchan por el justo pedido de que se respete el voto estamentario.
Las elecciones desembocaron en conflicto el candidato Eduardo Cortez Baldiviezo ganando la segunda vuelta en docentes pero no así en estudiantes, recurrió a los estrados judiciales, violando la normatividad y pasando por encima del voto estudiantil, siendo algo indignante y bochornoso que para muchos es una de las señales de la crisis institucional que otros se esfuerzan por negar.
En el actual conflicto se puede observar la conjunción de elementos que se fueron encadenando en la dinámica electoral hasta llegar al impase. El problema está en el cumplimiento de la normatividad, los liderazgos no están a la altura de los desafíos. Pero hay más elementos que al develarse solo enturbian el ambiente que debiera ser de buen entendimiento y sana competición.
La actuación del poder judicial resulta cuestionable y en muchos aspectos, uno de los más importantes: la notoria falta de imparcialidad. Si en la parte final del dictamen el tribunal admite su falta de atribución para interpretar la normativa universitaria, ¿por qué intenta hacerlo en la parte previa?  ¿Estarán satisfechos los magistrados con su nuevo rol de definidores de lides electorales en entidades que gozan de autonomía (consagrada en la CPE art. 92)? Igualmente es censurable la actuación de autoridades y candidatos que recurren a métodos vedados como presiones, prebendas y sobornos.

Hay dos aspectos esenciales a cumplir en toda contienda electoral: la legalidad y la legitimidad. Solo en los regímenes de facto puede concebirse una autoridad impuesta. Es inútil apelar a recursos legales, si no se cuenta con la aceptación de los mandantes, en este caso docentes y estudiantes. Aceptación no significa el apoyo total. El sistema democrático nos enseña la obtención de mayoría de votos; en el caso particular de la universidad, con el voto estamentario se añade una exigencia más: se debe obtener la mayoría en ambos estamentos. Cuando un candidato logra aquello, puede ser declarado ganador.

La posición asumida por la FUL y el consejo de dirigentes debe ser tomada en su debida dimensión. Es la representación formal del estamento estudiantil que significa una de las partes del co-gobierno. Los estudiantes están defendiendo el cumplimiento del voto estamentario conseguido desde el año 2013. Esto es legítimo, están en su derecho, lo penoso es que no somos escuchados.
Y la Federación de Docentes (FUD)? ¿Cuál fue la actuación de los docentes en este conflicto? Más allá de la adhesión de cada quien a cualquier candidatura, los docentes tendrían que estar conscientes de que el conflicto desnuda la crisis que vive la UAJMS amenazándola en sus cimientos. La FUD tuvo la magnífica oportunidad de ejercitar una valiosa mediación, sin embargo, por motivos desconocidos, su directiva no concluyó con atinadas determinaciones de la asamblea general realizada en octubre mostrando así una peligrosa falta de capacidad, con lo cual el estamento docente ha perdido la iniciativa y hasta una cuota de responsabilidad, por constituir una parte del co-gobierno.
Según el principio autonomista la solución tendría que surgir desde el interior de la institución; sin embargo como están las cosas, aquello no se observa, ni si quiera un acercamiento de las partes.
Así las cosas, este episodio quedará en la historia de la UAJMS como el pleito nacido en una interpretación caprichosa de la normativa y en el cual la sucesión de errores (¿involuntarios?) lo agravaron. Quienes no debían intervenir lo han hecho de la peor manera, quienes debieran intervenir para bien no lo están haciendo.
En estas circunstancias la intervención de entidades como el Comité Cívico, la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica pese a ser externas, que busca acercar a las partes, goza de legitimidad por la misión que tienen, constituyéndose en uno de los últimos recursos en la búsqueda de solución.
El movimiento estudiantil universitario al momento continua la lucha hombro con hombro, contra las autoridades impuestas y nombradas mediante resolución judicial y violando así la autonomía universitaria, siendo estos tachados de maleantes cuando en realidad solo se busca el respeto al voto estamentario estudiantil.

Estamos en tiempos de conflictos, si no permanecemos de pie y luchamos contra este tipo de ultrajes, nos van a destruir… nos van a destruir el futuro, los sueños y a nosotros mismos.”
Viva el voto estudiantil carajo”

lunes, 16 de noviembre de 2015

¿PARA QUE SIRVE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA?



 EL ESTADO ANTES DE LAS CONSTITUCIONES POLÍTICAS DEL ESTADO.
La sociedad primitiva se extingue como consecuencia de que el modo de producción en que se basa, es insuficiente para sostener a la sociedad constante de estado de crecimiento y por cuanto, además y sobre todo, porque el nivel de desarrollo de las herramientas inventadas en el curso del proceso de trabajo, genera excedentes que son apoderadas por un grupo nacido de la misma sociedad primitiva y que como consecuencia de la acumulación de esos excedentes, deviene en clase dominante. De manera casi simultánea, esta clase dominante, necesitará de un órgano que supuestamente esté por sobre la sociedad y que le servirá para hacer cumplir su voluntad por el uso de la coerción. La sociedad esclavista que le sucede, inicia a la sociedad humana en un proceso de aprendizaje no solo en la producción de nuevas herramientas y técnicas de que elevaran la producción hasta niveles antes nunca vistos, sino también en cuanto a las instituciones creadas para administrar las nuevas relaciones de producción.
La clase dominante, es decir, los esclavistas, para ejercer su función de dominación, organizan al Estado basada en el poder absoluto,  uno de sus miembros se atribuye  a su origen divino y que concentra sobre su cabeza, todo el Poder estatal, es decir, la facultad de generar los procedimientos para administrar su área geográfica de dominación y para regular las relaciones y los conflictos de todos aquellos que se encontraban bajo su fuero. Esta facultad absoluta, produjo con el tiempo, sus propias contracciones emergentes del modo de producción que no permitía el desarrollo de las fuerzas productivas. El advenimiento del feudalismo ocurre precisamente en el curso de la caída del Imperio Romano, como la última expresión del esclavismo. Esto, ocurrirá entre 478 que marca la derrota de Rómulo Augusto a manos del hérulo Odoacro y posteriormente la caía del Imperio de Oriente en 1453 con la caída de Constantinopla a manos del Imperio otomano. En este período, causado por las luchas de los esclavos por mejores condiciones de vida, transforma las relaciones de producción esclavista y surge el feudalismo en que la fuente principal de la riqueza, ya no es la persona del esclavo, sino la tierra. La concentración de la tierra, exigirá un Poder estatal rígido, vertical depositado como una totalidad en la persona del monarca absolutista que reúne en su cabeza la totalidad del Poder estatal. El feudalismo durará históricamente, solo cerca de aproximadamente 700 años y comenzará a ser superada, a partir de la aprobación de la Carta Magna, en 1215. Las contradicciones del feudalismo, son, también resultante de las contradicciones entre su las fuerzas productivas y las relaciones de producción, es decir, entre la forma cómo se producen los recursos materiales necesarios para la sobrevivencia y la forma cómo están relacionados los hombres en ese proceso. En el curso del desarrollo del feudalismo, surgen y en su interior, estamentos que se organizan como consecuencia de la división social del trabajo, cuyos intereses entraron en conflicto con las facultades absolutas del soberano y las nuevas condiciones creadas por el perfeccionamiento de los medios de producción, entre los cuales, la capacidad de trabajo del hombre producto de la acumulación de su experiencia de trabajo y las nuevas herramientas. Por eso, en todo el curso de la historia del feudalismo, sin atacar la forma de organización del Estado feudal, estamentos superiores de la sociedad feudal, como los nobles que buscan la limitación de las facultades del soberano que en buenas cuentas no son otra cosa que la conquista de nuevos derechos y nuevas facultades que permitirá, con el corren del tiempo, transformar a esos estamentos, en una nueva clase social que será titular de un nuevo modo de producción: la burguesía que entrará en la historia enarbolando las banderas del libre mercado sintetizadas en las consigna romántica de la Revolución Francesa: Laissez faire, laissez passer. Junto con el nacimiento de la burguesía, nacerá su contrario dialéctico: el proletariado.
LA CARTA MAGNA.
Inglaterra, en el feudalismo, es un país en que el absolutismo se expresa en sus términos más puros. Fue en Inglaterra, en donde también se produjeron en forma más contundente, las contradicciones entre el Soberano y una clase emergente: la nobleza vinculada con la propiedad y la administración de la tierra.
Como quiera que el Poder absoluto amenazaba el desarrollo objetivo de la nobleza y las instituciones que iban apareciendo como necesarias, resolvieron poner freno al absolutismo introduciendo el reconocimiento de que el Poder está compuesto de tres atributos fundamentales: el poder de legislar, es decir, de adoptar un sistema normativo que regule las relaciones de los súbditos, el poder de administrar esas normas en los conflictos emerge entres de las relaciones de los ciudadanos entre sí y con el Estado y el poder de hacer cumplir la voluntad del Estado como una unidad política. El 5 de junio de 1215, se reúnen en Runnymede con el propósito de imponer a Juan Sin Tierra, la llamada “Magna charta libertarum”. La Carta Magna, será la base del sistema constitucional moderno, en cuyo articulado, vemos constituirse elementos tales como el reconocimiento de la iglesia como un Poder paralelo (La teoría de las dos espadas), el derecho de los nobles a ser juzgado por sus iguales, el derecho al proceso, la libertad de tránsito, la organización de un parlamento de nobles, etc. Sobre esto se estructurará el moderno constitucionalismo burgués basado en lo que es fundamento de la democracia: la separación de Poderes.
¿ES LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO, UNA INSTITUCIÓN POLÍTICA NECESARIA?
La Constitución Política es el documento político fundacional sobre el que se asienta los elementos fundamentales de la estructuración del Estado. En sus orígenes, como hemos visto, la C.P.E. estaba destinada a frenar o por lo menos limitar las facultades discrecionales del absolutismo como forma de Poder estatal. Su conquista fundamental, era la separación de las áreas de las que estaba compuesto el Poder estatal identificados desde entonces tres: la facultad o Poder de hacer las reglas sobre las que se desarrollen las relaciones de sus miembros, la forma y la naturaleza de sus instituciones; la facultad o el Poder de resolver los conflictos entre sus miembros y la forma y los límites de las penas; y finalmente, la facultad o el Poder de ejecutar las acciones administrativas del Estado y de hacer cumplir las resoluciones de los otros Poderes. En buenas cuentas, era un sistema de frenos y aceleradores, de medidas y contramedidas, de facultades y limitaciones que garantizaban la paz social. Por eso, debía durar en el tiempo. Solo la perdurabilidad garantizaba a la clase dominante, el ejercicio de su poder de dominación de clase y a los estamentos intermedios, la posibilidad de confiar en que las reglas de juego, no fueran a cambiar de tal manera que se pudiera agravar su condición de dominación, porque de todas formas, la Constitución Política, no es otra cosa que la expresión de la voluntad de dominación de una clase que se ejercer por medio del Estado y los mecanismos coercitivos creados para tal efecto el Estado, es la expresión del carácter inconciliable de las clases, como dice Lenin en “El Estado y la revolución”. La clase dominada, es decir, el siervo de la gleba del feudalismo en que nacen las primeras formas constitucionales, como después la clase trabajadora y el proletariado, están fuera de ese “acuerdo” constitucional del Estado burgués. La Constitución Política, es un instrumento político de clase. De esta manera, desde Runnymede, el pueblo, es decir los trabajadores campesinos y los propios artesanos, han estado marginados de esa norma fundamental que regula las relaciones de clase de sus miembros y así será siempre. Por eso es vano pretender que la Constitución política, refleje los intereses del pueblo en su conjunto, sin que previamente no se haya acometido la tarea de hacer la revolución o se avance en esa dirección.
La constitución refleja la voluntad de la clase dominante constituida en un acto fundacional, como la base de la estructura política sobre la que el Estado ha de desarrollar su función institucional de administración del territorio sobre el que la clase dominante ejerce dominio excluyente, es decir, con carácter de exclusividad con el Poder constituido de otros Estados. De esa manera, el respeto interno hacia la Constitución Política, permite garantizar también las relaciones de convivencia con otros los Estados. Es necesaria en tanto y en cuanto el Poder político se desarrolle dentro de los marcos del orden establecido. Por eso, una de las características de las dictaduras, está precisamente, en que se pasa por encima de la Constitución Política y se sustituye la institucionalidad, por la voluntad del dictador que, en períodos de crisis, asume la función de restaurar el orden establecido violado por la acción de las masas, o por lo menos, frente al peligro de las acciones de masas.
En las condiciones de desarrollo de la institucionalidad, la Constitución es un freno, incluso frente a los extravíos de las fracciones violentistas de la propia clase dominante proclive al golpismo y la dictadura. América Latina sabe bien que el deterioro de las condiciones materiales empuja a las masas en su inclaudicable marcha en busca de mejores condiciones de vida y de esta manera, afectan el deterioro de los índices de acumulación del capital en perjuicio de sus intereses de la clase dominante. El recurso de retorno a la normalidad de régimen se hace por la vía del Golpe de Estado con todo lo que implica la administración de la violencia política desde el Estado, para restaurar el orden burgués.
LA CONSTITUCIÓN DEL ESTADO PLURINACIONAL.
La Constitución Política del Estado responde a condiciones objetivas que se producen como consecuencia de la lucha de clases. En el decurso de la vida institucional del nuestro, se han dado en lo fundamental tres modelos de Constitución que responde a tres momentos fundacionales: la primera Constitución Política de 1826 que establece el tránsito revolucionario de la dominación colonial a la república de criollos y algunas fracciones de mestizos. La Segunda Constitución Política adviene con la Revolución burguesa de 1952 que marca la transferencia del Poder Estatal de manos de la feudal-burguesía minero-agrícola, a la burguesía extemporánea que buscará conducir al país, por los senderos del capitalismo, y la tercera constitución, la del indigenismo ONG’ista que mira el futuro con la nostalgia de un modo de producción pre-capitalista.
La práctica nos está demostrando que el “Estado ¨Plurinacional” del masismo, desde los inicios de su génesis, no fue obra de la Asamblea Constituyente propiamente dicha, sino de los “aportes” de ONG’s vascas que aún creen que América es el viejo continente de indios buenos capaces de mostrar al mundo que son capaces de reconstruir un Estado socialista comunitario sin proletariado; precolonial, como un acto reivindicación de sus derechos ancestrales, al margen del marxismo superado por nuevos meta-relatos post modernista que privilegian a los movimientos sociales sobre las clases, mientras elucubran el modo de materializar sus aspiraciones separatistas del Estado español. Por eso, la Constitución Política del Estado Plurinacional, no tuvo por madre a la Asamblea Constituyente, sino a un espurio matrimonio entre la derecha paralogizada por la magnitud de la tarea emprendida por “los nuevos actores sociales, en su mayor parte adeptos al sueño que les vendía el “socialismo comunitario”, y de los resabios de la derecha paralogizada; pero no vencida, puesto que para aprobarla, el masismo tuvo que transar con su “enemigo histórico” que le puso pesos y contrapesos en todo cuanto pudo, sobre todo en cuantos a la intangibilidad de la nueva constitución y la duración del mandato presidencial, aunque finalmente el gobierno se haya pasado por encima, ya con motivo de la primera reelección de Evo Morales que por acto de birlibirloque, aparecía siendo el primer mandato.
La debilidad o más bien, el servilismo del parlamento sometido al órgano ejecutivo, ha permitido que el nuevo modelo de Estado a que dio origen la Asamblea Constituyente de 2005, sea vulnerada por la propia práctica política prebendal del masismo, como puede evidenciarse en la autorización del Tribunal Constitucional para violarla en cuanto a la universalidad de la norma, cumplimiento y primacía, así como la duración del mandato presidencial y otros. En los hechos, el masismo ha demostrado ser enemigo de la propia Constitución que elaboró. Varios ejemplos han mostrado este hecho: El avasallamiento de los derechos de los llamados pueblos originarios a la consulta en caso de la explotación de recursos no renovables, es una claudicación flagrante frente a los intereses de las empresas petroleras que como parte del discurso anti-imperialista, eran blanco de la verborragia revolucionarista del gobierno; cuando por otro lado, ha terminado por atropellar los “derechos de la madre tierra”, pasado por encima de los territorios y parques nacionales establecidos sobre todo en atención a la importancia estratégica de los bosques y las aguas, frente a la depredación de las transnacionales a las que Evo Morales busca enamorar con el concurso o más bien, con la complicidad (pagada, por supuesto) del Financial Times, en un lujoso hotel de New York.
Las acciones desplegadas por Evo Morales, en los Estados Unidos para atraer capitales extranjeros, sobre todo en el área minera y petrolera, hacen ver una contradicción profunda entre el discurso pachamamista y la práctica que reconstruye el Estado neoliberal, con lo que el socialismo comunitario, se va al basurero de la historia, como una más de las promesas incumplidas del populismo post modernista y que posterga la industrialización “per secular seculorum”.
El órgano legislativo constituido como consecuencia de la práctica corporativista del MAS, en forma ovejuna, ha cohonestado la maniobra re-electoralista de la cúpula del masismo, olvidándose de que, además, la Constitución Política necesita de urgencia otras reformas, como el relacionado con la designación de los miembros del órgano Judicial, los alcances de los gobiernos autónomos y otras. El Órgano Electoral oficialista, se encargará de encubrir el fraude que seguramente montará el equipo linerista para beneficiarse con la reforma electoral. Todo eso sirve el sometimiento de los poderes del Estado. Todas esta maniobras, repercutirán indudablemente en la conducta de la derecha (la que convive dentro del MAS y la que juega a la “oposición”) que seguramente buscará articular un proyecto coyuntural para buscar la derrota de la re-elección, como si lo ocurrido con la consulta sobre estatutos autonómicos, pudiera aplicarse como una receta incluso en el caso de la re-re-elección de la dupla Morales-Linera, buscando promover un retrocedo hacia la reconstitución del Poder de la derecha en general. Sabemos que las cosas no serán tan simples y que desde la izquierda no oficialista, podría salir una propuesta alternativa que no se detenga en la circunstancialidad de la re-re-elección, sino en la necesidad de cambiar el modelo de Estado fraudulento del masismo que ha iniciado su trayectoria política montado por el populismo indigenista y termina como restaurador del modelo neoliberal montado por el Imperialismo para aliviar la profunda crisis del capitalismo al que decían combatir.
Todo el esfuerzo de la cúpula del masismo, está dirigido a prorrogar a rajatabla el régimen masista, basado en el discurso mentiroso de estabilidad económica y política, cuando los ciudadanos de a pie, tenemos otra percepción, porque el alza del costo de vida y el deterioro del poder adquisitivo de los salarios. Las amas de casa que van al mercado con el mismo dinero de hace dos años, no pueden comprar ahora lo que compraban entonces (la prosperidad de los que llegaron a vivir bien en el poder del viejo Estado, no alcanza a nuestro pueblo).
LA INTANGIBILIDAD DE LA C.P.E.
La Constitución Política, es la regla que juego bajo la que el Estado cumple sus funciones de dominación en nombre de la clase dominante, no solo hacia el pueblo trabajador, sino también hacia adentro de la propia clase dominante, a fin de evitar que fracciones de ella, pretendan salirse de los marcos de las reglas de juego de la institucionalidad democrática. Constitución y Democracia, deben estar ligadas, en los marcos del juego político de la clase dominante que de tiempo en tiempo, cambian el Poder de mano en mano. De esta manera, la Constitución busca, por decir así, institucionalizarse y adquirir naturaleza de intangibilidad. La intangibilidad, persigue la preservación de la voluntad política de la clase dominante constituida en ley para que perdure incluso en el transcurso del tiempo, como está previsto  como enseñanza en los viejos textos del marxismo. De esta manera, los Estados que han demostrado mayor estabilidad política y desde luego, social, han sido y son los Estados que tienen una Constitución Política más antigua, como el caso de los Estados Unidos de Norteamérica, cuya Constitución, viene de la Revolución de 4 de julio de 1776 que declaró su independencia de la corona inglesa y que fue aprobada el 17 de septiembre de 1787. Esto confirma criterio de que la Constitución Política tiene por objeto preservar la naturaleza dominante de una clase sobre el conjunto de la sociedad, como un hecho político fatal que pueda perdurar en el tiempo por encima de los conflictos internos de la sociedad de que se trate. Como la Constitución Política no puede congelar el desarrollo de la sociedad y las propias relaciones de producción, de tiempo en tiempo, incluso el parlamento norteamericano introduce textos interpretativos llamados “enmiendas”, enmiendas que no alternan en absoluto su naturales ni su forma política, ni la naturaleza como área geopolítica de dominio de la gran burguesía capitalista del Imperio y su aspiración de domino universal. La permanencia, perdurabilidad o intangibilidad de la Constitución, es una necesidad política que refleja la tendencia de la clase dominante de perpetuar su poder. Esta tendencia, responde a la necesidad de garantizar el equilibrio y la paz social y la previsibilidad de los efectos de la acción jurídica del Estado. Porque si fuera posible que cada gobierno le dé a su gestión la orientación que bien le viniera en gana, bastaría un decreto de aprobación de un Plan de Gobierno o una declaración programática o finalmente adoptar como principio, el espontaneismo aplicado como norma conforme a las necesidades de la fracción de clase en funciones del disfrute del Poder. Si fuera así, no haría falta alguna ninguna “norma fundamental” que prevea el decurso de la gestión de gobierno en los marcos de la tendencia general de los intereses y apetencias de la clase dominante; pero esto debilitaría la estabilidad institucional y la seguridad jurídica, tan cara al desarrollo de las sociedades democráticas en la sociedad burguesa.

CONCLUSIONES: ¿PARA QUÉ SIRVE LA CONSTITUCIÓN?
En conclusión, la Constitución política, o más bien, el respeto a su intangibilidad, garantiza la estabilidad institucional y la seguridad jurídica. Por eso la Constitución no es una mera declaración de buenas intenciones, sino un catálogo de normas y principios sobre los cuales se han de desarrollar las relaciones del Estado con la sociedad. Esto es así ahora y más tarde cuando nos toque avanzar en la construcción de los elementos que nos harán avanzar en dirección a la revolución social. Solo cuando el proletariado, los campesinos y los soldados asuman el Poder absoluto, el Estado dejará de ser necesario y con él, la clásica división de poderes de la democracia burguesa y todo el Poder, estará concentrado en la Asamblea del Poder Popular que acumulará no solo facultades legislativas, sino también ejecutivas. El cumplimiento de la ley y la aplicación de las sanciones que le correspondan, se aplicarán por los Tribunales Populares. Aun en esa situación, al Estado requerirá de una Constitución. Solo cuando el Estado se extinga como consecuencia del avance de la Revolución y pasemos de la sociedad socialista a la sociedad comunista, no habrá necesidad de ninguna Constitución. Es será producto de un largo proceso y no sabemos qué características tendrá porque el marxismo no es futurología, sino ciencia de los acontecimientos sociales que aún están por desarrollarse. Solo entendemos los rasgos generales, no las formas concretan que podrían producirse. Pero mientras eso ocurra y mientras avanzamos y en las presentes condiciones, la Constitución Política, es el elemento fundamental del que depende la organización del Estado, sus proyecciones y sus objetivos y las atribuciones de sus órganos de Poder. Por eso no se la puede cambiar como un pañuelo, sobre todo cuando esos cambios, van a favorecer apetitos prorroguistas de fracciones de clase dominante. Si la función estatal, es una facultad delegada por un mandato del pueblo, el mandatario, es decir, el gobierno, no puede a medio camino, modificar las condiciones del mandato para perpetuarse en el Poder.
En nuestro caso, la reforma del Art. 168 de la C.P.E., contiene una grosera deformación de la naturaleza de esta norma suprema del ordenamiento del Estado, que por su esencia, debe ser general: nos referimos al segundo párrafo que pretende “aclarar” sus alcances, especificando que la reforma parcial de la Constitución, aprobada por el parlamento para habilitar a Evo Morales en su segundo mandato consecutivo, como si fuera el primero, da al artículo reformado, la naturaleza de una reforma “ad hoc”, específico para el caso Evo Morales-García Linera, pensado específicamente en la dupla gobernante y que no tendrá ningún efecto legal después de la (eventual) tercera re-re-elección de 2020. A partir de ese momento, no podrá validez alguna porque su efecto se extingue con la re-re-elección de Evo Morales. Eso es una vulgar manipulación de la Constitución Política. La Constitución Política del Estado, está siendo vulnerada en sus elementos fundamentales.
Como conclusión, podemos afirmar que uno de los aspectos fundamentales de la crítica al gobierno de Evo Morales, no solo es la violación de la independencia de Poderes u Órganos dentro del sistema democrático liberal, en el lenguaje actual, sino la subalternización de estos Poderes  (Organos) del Estado a los intereses de la cúpula. Cuando corresponda asumir una posición frente a la re-re-elección, seguramente que habremos de justificar nuestra posición y pronunciarnos al respecto.
La Paz, 27 de octubre 2015.
JUAN GARCÍA BARAÑADO