El abogado Paco García Cediel afirma que sí existen elementos
jurídicos para denunciar la intervención que pretende Estados Unidos en
Venezuela con la excusa de defender los Derechos Humanos.
Integrantes del Foro contra la Guerra imperialista y la OTAN, en
España, se sumaron este martes a la campaña #ObamaDerogaElDecretoYA que
se propone recoger 10 millones de firmas para exigir al mandatario
estadounidense el cese a la hostilidad contra el pueblo venezolano y su
gobierno.
Durante el Foro “La Guerra y las Leyes” organizado también por la
Alianza de Intelectuales Antiimperialistas (AIA), el colectivo Anemoi y
la Plataforma Global contra las Guerras, los participantes iniciaron la
recolección de firmas de apoyo a Venezuela, al tiempo que coincidieron
en alertar sobre “el grave peligro que representa para el imperio
estadounidense como para todo el sistema capitalista, que se consolide
el modelo alternativo revolucionario de integración solidaria que avanza
en Venezuela desde hace 16 años”.
Paco García Cediel, abogado, (Iniciativa Comunista) fue el
responsable de abordar la relación entre la Intervención y la Guerra,
caso Venezuela y advirtió de entrada que “sí existen elementos jurídicos
para denunciar la intervención de Estados Unidos en Venezuela que es un
ejemplo paradigmático como tal y como tantos de los que se han
producido en América Latina”.
La actividad desarrollada en la Escuela de Relaciones Laborales de la
Universidad Complutense de Madrid, contó con un panel integrado por
Miguel León, Vera Radionova, Majed Dibsi y Paco García Cediel, bajo la
moderación de la catedrática Ángeles Diez, miembro de la Red de Artistas
e Intelectuales en defensa de la Humanidad. Abordaron temas como la
Trampa del Derecho Internacional, Guerras preventivas y humanitarias. La
defensa de la soberanía frente a las injerencias exteriores ¿Paz o
seguridad?, caso Ucrania, Palestina y Venezuela.
Derechos Humanos: la coartada moral de EEUU
Subrayó García Cediel que los tres principios fundamentales del
Derecho Internacional Público, que son el principio de soberanía
estatal, el de no intervención en los asuntos internos y el de la
prohibición de usar la fuerza armada “están reflejados en la Carta de la
ONU que rige la convivencia de los Estados, y aunque ésta no tiene una
norma expresa que prohíba la intervención, porque no toda la
intervención es guerra aunque toda guerra es una intervención, están
claramente establecidas la igualdades soberanas de los Estados”.
“Por eso podemos afirmar que sí existen elementos jurídicos para
denunciar las intervenciones que se están produciendo en este momento,
en concreto la de EEUU contra Venezuela que es un ejemplo paradigmático
como tal y como tantos de los que se han producido en América Latina”
Recordó la doctrina Monroe de Estados Unidos que defiende desde 1823
su dominio sobre el territorio americano, así como el decreto del
Destino Manifiesto de 1912 “que establece como un hecho lógico para esa
nación controlar los destinos de toda Latinoamérica y sobre esas
referencias imperiales de siglos pasados, se fundamenta la actual
postura americana de controlar territorio porque lo considera parte de
su espacio vital”.
En ese sentido alertó sobre “la coartada moral de Estados Unidos con
el concepto de intervención humanitaria, basándose en la defensa de los
derechos humanos, pero el problema es cuál es la interpretación de los
derechos humanos que prevalece, cómo se valora, cuándo y cómo se
producen esas violaciones o dicho de otra manera, quién es el violador y
¿quién es la víctima?”.
“Por muy surrealista que nos parezca se utiliza como coartada que
existe una agresión previa lo cual justificaría hasta el uso de la
violencia y en segundo lugar porque se ha planteado que existen
violaciones de los Derechos Humanos y las libertades públicas, además de
poner limitaciones a la llamada libertad de prensa lo cual entraría
también dentro del capítulo séptimo de la Carta de la OEA. La conclusión
es que como siempre éste es un programa imperial de intereses
económicos al que creo que no se le escapa nadie”, concluyó Paco Cediel.
Entre tanto Miguel León, politólogo, miembro de la Alianza de
Intelectuales Antiimperialistas y uno de los promotores del Foro contra
la Guerra Imperialista y la Otan, en su disertación hizo énfasis en que
el derecho internacional vigente “es un recurso del imperialismo para
garantizar su supervivencia”.
“La guerra es ilegal por defecto por eso no tiene sentido que existan
normas que regulen el comportamiento ante una guerra. La ONU admite que
hay países dominantes que hacen uso del poder militar sobre los demás, y
por eso mismo nuestro pueblos deben tener presente que un Estado es
soberano cuando se emprenden acciones que hacen que su soberanía se
respete”.
Como se recordará el pasado el pasado 9 de marzo, Barack Obama
declaró a Venezuela como una “amenaza” para la seguridad nacional de
EEUU y aplicó sanciones administrativas contra altos funcionarios del
gobierno bolivariano, en una escalada injerencista denunciada por el
Presidente Nicolás Maduro, quien cuenta con el respaldo de los
mecanismos de integración regional como Unasur, Celac, Alba y mundiales
como el G-77 más China.
Palestina y Ucrania: guerra del petróleo, guerra del dólar
Por su parte Majed Dibsi, responsable del frente Popular para la
Liberación de Palestina, licenciado en derecho y ciencias políticas,
denunció la intención estadounidense de convertir el derecho
internacional “en un departamento del estado americano, un derecho que
quieren imponer a un pueblo sin consulta, no quiere que ningún país del
Oriente próximo tenga acceso a ninguna tecnología a excepción de Israel
para tener el control de la entrada en el Mar Rojo. El objetivo es
dinamitar Túnez, Yemen, Irán, Siria, Egipto para que Israel tenga el
mayor tiempo posible de estabilidad y así mantener el control de la
región ante sus intereses petrolíferos”.
El caso ucraniano fue desarrollado por la activista Vera Radionova
representante de la Coalición Antifascista Rusa, quien expuso sobre la
utilización de las ideas como arma para provocar el exterminio de la
población civil. “La guerra informativa hace que los pueblos se
exterminen entre sí, y es lo que han venido haciendo. En Crimea, 4 años
antes de concluir el contrato de explotación del mar negro, EEUU abrió
un concurso para empresas americanas y para la instalación de bases de
la OTAN”, dijo.
Finalmente hizo un llamado a la organización del pueblo, “ya que es
la única manera de detener la guerra informativa en contra de Rusia,
causando un gran odio entre la población de otros lugares. Esto mismo
fue la causa principal de la Guerra Fría: la renuncia por parte de la
URSS a participar en el sistema del dólar.”
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