Eduardo Artés
Primer Secretario del
Partido Comunista Chileno (Acción Proletaria)
PC(AP)
Ayer fue enterrado el cuerpo del sargento segundo de la Armada de Chile, Rodrigo Andrés Sanhueza Soto de 35 años, quién formaba parte del Batallón Chile de así llamada “Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití” MINUSTAH.
El sargento Rodrigo Sanhueza, mandado y obedeciendo órdenes de un Estado y gobierno pro-yanqui como es el que tenemos en Chile, muere en la indigna tarea, de reprimir la protesta popular en Haití, a un pueblo que lucha por su libertad y auto determinación.
La responsabilidad de la muerte de Rodrigo Sanhueza, recae sobre los administradores de turno del Estado sometido a dictados y ordenes extranjeras.
A Rodrigo Sanhueza, le anteceden las muertes también en Haití y por las mismas razones, del sargento primero de Armada Guillermo Arévalo Flores (junio 2012) y del sargento segundo del Ejercito Ricardo Flores Rojas (mayo 2014), todos hijos de trabajadores chilenos muertos cumpliendo órdenes repugnantes (disfrazadas de humanitarias) de represión y dominio en las tierras heroicas de Haití, de contención y sometimiento de la lucha del pueblo haitiano por la libertad.
El lector, si se detiene un poco, puede observar que la noticia de la muerte, traslado del cuerpo a Chile, velorio y sepultura de Rodrigo Sanhueza, ha tenido mucho menos cobertura periodística, que los cotidianos casos de accidentes de tránsito, asesinatos por droga u otros por el estilo.
Las razones de la “falta de interés periodístico”, sin duda no están en la ausencia de morbosidad y sensacionalismo, que les sobra a los medios en Chile, sino que en desperfilar, en evitar colocar en el tapete de la discusión, la verdadera razón de la presencia de militares de Chile en Haití.
Cabe recordar que en el 2004, fue derrocado el Presidente Jean-Bertrand Aristide, por sectores reaccionarios pro-yanquis que veían con malos ojos incluso las tibias medidas sociales y de independencia en relación a EEUU que promovía Aristide en Haití.
El golpe contó desde el primer día, con apoyo, dirección e intervención directa de los imperialistas yanquis, todo lo cual devino rápidamente con la ocupación total de Haití por los “Cascos Azules de la ONU” , bajo órdenes del Pentágono, del imperialismo yanqui.
Es en este contexto y NO en una supuesta o pretendida actitud humanitaria de los gobiernos neoliberales de Chile, se da el envió y se explica la presencia de militares chilenos al servicio y órdenes de los EEUU contra el pueblo y la soberanía de Haití, constituyéndose así en los responsables de las muertes de haitianos y de los soldados chilenos.
La muerte del sargento Rodrigo Sanhueza, junto a quienes le han precedido, debe colocar en el centro del debate la exigencia del ¡inmediato retiro de las tropas chilenas de Haití!.
Y junto a ello, la importancia que en medio del descrédito total de la institucionalidad, del parlamento, gobierno de las agrupaciones neoliberales “Alianza” y “Nueva Mayoría”, realicemos una Asamblea Constituyente Auto-convocada, totalmente alejada y en contra de la “asamblea prostituyente”, que pretenden los transformes de la “nueva mayoría”.
En el logro de una nueva Constitución Política Democrática y Popular encontraremos el espacio y momento para revisar y desahuciar todos los tratados económicos, políticos, culturales y militares que atentan contra la dignidad de Chile y nuestros pueblos.
Particularmente los tratados militares bilaterales, multilaterales, directos o indirectos (como son algunos a través de la ONU), que atan servilmente a las FFAA de Chile a las ordenes y requerimientos de imperialistas, particularmente del imperialismo yanqui, que obligan a pagar con sangre, con soldados chilenos muertos el servilismo a las potencias.
¡Fin inmediato a presencia de militares chilenos en Haití!
¡Toda nuestra solidaridad con el pueblo de Haití, que lucha por su soberanía y libertad!
¡Ni un soldado mas chileno, de la tropa, hijo de trabajadores debe morir cuidando y protegiendo los intereses yanquis contra los derechos de los trabajadores y pueblos de Haití!
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