Cada
8 de marzo se recuerda un año más de la masacre de obreras de una fábrica
textil de Nueva York, cuando en 1857 realizaban una huelga exigiendo una
jornada laboral de diez horas y la igualdad de percepción de salarios tal como
percibían los obreros. Este hecho histórico de trascendental importancia
revolucionaria, difícilmente es mencionado por quienes capitalizan la lucha de
las mujeres con fines absolutamente de sustituir la lucha de clases por la
lucha géneros, con un claro contenido reaccionario y pro burgués.
El capitalismo que se ceba del
sudor y de la sangre de la clase obrera, incendio la planta donde se encontraban
las obreras, las que no pudieron ponerse a salvo porque las puertas de salida
habían sido aseguradas criminalmente, muriendo calcinadas en su interior
las 129 trabajadoras.
Los comunistas de Bolivia, de
pie y con el puño derecho en alto, rendimos nuestro homenaje a estas
valientes obreras que con su heroica lucha y sacrificio nos legó el ejemplo a
seguir por la lucha de la emancipación de la mujer frente a la explotación del
capitalismo y la sociedad patriarcal, que nada tiene que ver con la lucha de
feminista y la lucha de géneros de inspiración burguesa patrocinada por las
ONGs y las Fundaciones al servicio del imperialismo, que solo buscan dividir la
lucha de los oprimidos y explotados para enfrentarlos entre sí.
La verdadera emancipación de
la mujer solo será posible en su integridad bajo la Revolución de la Nueva
Democracia continuada y sin lapso hacia el verdadero Socialismo Científico,
donde podrá materializarse el pleno ejercicio de todos sus derechos como
consecuencia de una lucha que derrote todas las formas de opresión y
explotación, y no como una dadiva o concesión porcentual de espacios en el
aparato del viejo Estado bajo el legalismo burgués liberal con el pretexto de
“igualdad de género” que no conduce, sino a la “lucha de géneros”, con el
propósito deliberado de desvirtuar y negar la lucha de clases, propugnando la
“paz social” con nuestros opresores y explotadores.
